Pere Alcanyís (1497-1522)

Soy Pere Alcanyís, terciopelero, seguidor de Vicent Peris, capitán de los ejércitos de la Germanía.

 

Soy oficial de terciopelero y, como tal, desde hace casi tres años mi vida es la Santa Germanía, la hermandad salvadora de los menestrales y los labradores. La Germanía ha demostrado que todo puede cambiar. Gracias a ella, por San Juan del año pasado, el Consell municipal nombró por fin dos jurats de la mano menor, se suprimieron impuestos y se plantó cara a los mascarats. Se formaron hermandades por ciudades, villas y lugares de todo el reino, e incluso en Mallorca se constituyó una Germanía y en Castilla las Comunidades. Pero el rey actuó equivocadamente y envió contra nosotros un nuevo virrey, el conde de Mélito. Ni con sus tropas pagadas con las joyas y el sudor de los moros del duque de Gandia y el resto nobles pudieron vencernos. Cerca del monasterio de San Jerónimo, dirigidos por el hostalero Esteve Urgellés, los derrotamos y marchamos triunfalmente por Gandia, Xàtiva y Dénia, ya a las órdenes del terciopelero Vicent Peris. En nuestro camino bautizamos tantos musulmanes que parecía que los infieles desaparecerían del reino y que la justicia del día final se haría por fin realidad en la Tierra. Sin embargo, ahora lo hemos perdido casi todo. Sólo nos quedan Xàtiva y Alzira, pero Dios Nuestro Señor no nos abandonará y seguro que volverá a estar de nuestro lado.