Joan Vicent Franco (1583-1648)

Soy Joan Vicent Franco, librero.

 

Nací en Valencia en 1583 y tengo 35 años. Mi padre era un rico molinero de la ciudad que proporcionaba buena harina de trigo para la elaboración del engrudo con el que se encuadernan los libros hasta que él mismo, aficionado a la lectura, decidió introducirse en el negocio. Cada vez hay más gente a la que le gusta leer y escuchar poemas, romances, comedias y novelas en pliegues sueltos y en libros de formato reducido. Lo que más se vende es el Tirant lo Blanch, pero El Quijote o los cancioneros de Timoneda le van a la zaga. Hace unos años mi mujer Anna Llagostera y yo, recién casados, compramos en subasta pública la casa de Anastàsia Ros, viuda del doncel Jaume Perlés, en la calle de la Mare Vella. Fue poco antes de la expulsión de los moriscos en 1609, ya que recuerdo que en aquella Pascua comulgamos por primera vez en la parroquia de San Nicolás. En el otoño de aquel año asistimos en el Grao al embarco de miles de familias de cristianos nuevos hacia Argel y Túnez, y, allí mismo, una madre nos suplicó compasivamente que nos quedáramos con su niño, porque había oído que muchos morían durante la travesía. La expulsión supuso una grave quiebra para las rentas de los nobles ya que muchos tenían garantizados censales con las tierras y rentas de los moriscos de sus señoríos. La propia Taula de Canvis de Valencia aún se resiente.