La huelga (invierno de 1901)

El año de 1919 fue el de mayor conflictividad social en territorio valenciano. En las provincias de Alicante y Valencia se triplicó la cifra de huelgas con relación al año anterior, y alcanzaron un total de 122. Los escenarios de movilización más destacados fueron Alcoi y València, donde los obreros protestaban contra las condiciones de vida y trabajo. En Alcoi se llevaron a cabo 15 huelgas, dos de ellas generales. La de finales de marzo, convocada a favor de la jornada laboral de ocho horas, tuvo como resultado la proclamación del estado de guerra y la suspensión de garantías constitucionales. En Vàlencia, también se iban sucediendo los conflictos, también en el mes de marzo, cientos de personas asaltaron varias tiendas de alimentación de la ciudad, el ejército dejó siete muertos y quince heridos. A pesar de todos estos hechos, fue en verano cuando realmente la tensión social se agravó y se extendió por todo el territorio valenciano.

 

En València, los conflictos laborales tuvieron diversos protagonistas, como tipógrafos, barberos, zapateros, etc. Los conductores de tranvía también hicieron una huelga a finales de julio en solidaridad con sus compañeros despedidos, y esto unido al paro llevado a cabo por el resto de trabajadores del sindicato del Transporte de la CNT, mantuvo sin servicio la ciudad. A esta protesta se sumaron otros colectivos como los obreros de las fábricas de agua, gas y electricidad. Hubo enfrentamientos entre los huelguistas de la Unión Española de Superfosfatos con los esquiroles contratados por la empresa, los cuales terminaron con un total de tres muertos.

 

De forma paralela, en el campo se vivieron los episodios más conflictivos, ya que durante estos años la situación de los trabajadores agrícolas se había visto agravado: su capacidad adquisitiva y sus condiciones materiales se vieron perjudicadas debido a los bajos salarios y al incremento del coste de la vida. La respuesta a estos problemas por parte del proletariado agrícola llevó a las huelgas para reivindicar la mejora salarial y a otras formas de movilización.

 

En 1920 el número de huelgas se redujo en el territorio valenciano, aunque todavía con algunas destacables, como las dos huelgas generales convocadas en la ciudad de València, una el primero de mayo y la segunda en diciembre, convocadas debido a las protestas por las detenciones y deportaciones de líderes obreros. Sin embargo, esta temporada fue muy sangrienta, ya que la violencia se hizo constante con un sinfín de atentados y actos represivos. Aunque toda esta violencia no fue tan contundente como en Catalunya, en tierras valencianas la reacción de las fuerzas patronales y sus pistoleros, además de la respuesta violenta de grupos e individuos próximos a los medios de la CNT, a lo largo del año se sucedieron varios hechos, como la muerte de tres obreros en Ontinyent, por los disparos de la Guardia Civil, que dejó también siete obreros heridos el día de año nuevo o el asesinato del alcalde de Catarroja a finales de julio. En la capital valenciana abatían a un agente de aduanas relacionado con la huelga que se desarrollaba por entonces en el puerto y poco después pasaba lo mismo con un dirigente de la Confederación Nacional Católica Agraria, encargado de proporcionar esquiroles a los patronos agrícolas. En mayo, la Guardia Civil asesina a dos trabajadores jóvenes mientras participaban en una manifestación en protesta por el encarecimiento de los artículos de primera necesidad, y dos días después, en respuesta fueron asesinados dos policías.

 

Durante estos meses también proliferaron los atentados con bomba, que afectaron a cafés, comercios, teatros y a las redacciones de periódicos como El Pueblo, Diario de Valencia o La Correspondencia de Valencia. Pero la acción que tuvo más repercusión pública, fue sin duda el asesinato de Francisco Maestre Laborde, conde Salvatierra de Álava, en el Grau de València, en agosto de 1920. Fue la venganza por la dureza de su actuación como gobernador civil de Barcelona. A causa de este suceso se detuvo a varios militantes obreros. En el proceso fueron juzgados importantes dirigentes anarcosindicalistas, como Diego Parra, Alejandro Esteve, Lorenzo Cantó, Ramón Boireu y Eusebi Carbó, que dos años después serían puestos en libertad por falta de pruebas. Este año terminó en medio de un clima de represión muy fuerte, que se hizo evidente con el cierre de los centros obreros, y se prolongó durante 17 meses.  

 

Mientras tanto, la patronal, llevó a cabo la ofensiva con la reducción de salarios, que en el territorio valenciano se intensificará durante los años que precedieron al golpe de Estado de Primo de Rivera en 1921. Elx y Crevillent quedaron paralizados por el cierre de empresas, que afectó a más de 10000 obreros. Desde los primeros años de esta década empezaron a hacerse patentes los cambios de coyuntura económica y de la recuperación de la crisis iniciada en 1914, lo que se tradujo en un descenso gradual de la conflictividad social. En otoño de 1920 los precios comenzaron a bajar, y con algunos repuntes evolucionarán hasta la estabilidad en 1922. La CNT fue uno de los principales focos de la represión, y eso junto con las divisiones internas, sería la causa de su debilitamiento.