Uno de los actos más emblemáticos de la ciudad de Valencia, que pone fin a la Gran Feria de Julio, es la Batalla de Flores, el desfile de carrozas y lluvia floral más antiguo de España, que en este año cumple su 125 aniversario.

En esta batalla festiva y cromática participan tanto las personas que viajan en las carrozas como el público. La munición son las flores y, a modo de escudo, se emplean raquetas. Los carruajes transportan a centenares de falleras mayores e infantiles de Valencia, a las representantes de las fiestas de Alicante y su Corte de Honor, así como las de Castellón, miembros de comisiones falleras, casas regionales y otros cargos festeros. 

Pocos días antes de la contienda, se ponen a la venta palcos y zonas reservadas, desde las que el público puede lanzar flores y disfrutar del colorido desfile.
Aunque en origen la aristocracia y la burguesía fueron las impulsoras del evento, a partir de los años 50 la organización pasó a manos de las fallas.