Edificio destinado a la celebración de espectáculos, en particular a las carreras de carros tirados por caballos, un entretenimiento que encendía las pasiones de las masas a lo largo del Imperio romano. Los aurigas triunfadores podían convertirse en auténticas estrellas y acumular fortunas. El circo de Valentia medía 300 metros de longitud por 75 de anchura y ocupaba un espacio comprendido entre la actual calle de la Paz y la plaza de Nápoles y Sicilia.