La Valencia medieval estaba llena de esclavos y esclavas de procedencia griega, albanesa, bosnia, rusa, armenia, búlgara, tártara, turca, norteafricana, etc. Todos ellos procedían de lugares de religión no católica, pero también había esclavos católicos de Cerdeña ya que eran considerados rebeldes al dominio que la Corona de Aragón trataba de imponer en la isla.