Por su morfología e iconografía la sala de contratación de la Lonja constituye un espacio sagrado destinado al comercio. De hecho, la inscripción latín que recorre todo el recinto reza: Casa famosa soy, en quince años construida. Conciudadanos, probad y ved como de buena es la negociación que no lleva fraude en el lenguaje, que jura al prójimo y no le decepciona, que no da dinero con usura. Aquel mercader que así haga redundará de riquezas y finalmente disfrutará de la vida eterna.