El Colegio del Arte Mayor de la Seda

El Colegio del Arte Mayor de la Seda se sitúa en el conocido como Barrio de Velluters. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural desde 1982. En 1981 el edificio fue declarado Monumento Histórico Artístico y el 16 de marzo de 1995, la Generalitat Valenciana le concedió el título de Colección Museística Permanente. Fue rehabilitado entre finales de 2014 y mediados de 2016 por la Fundación Hortensia Herrero, para ser utilizado como Museo de la Seda. 

Esta institución posee una importante documentación de los siglos XV al XIX en su archivo; telas clásicas valencianas de los siglos XVII y XVIII en sus salones, y material muy diverso relacionado con la industria textil, así como importantes suelos de cerámica en sus salones y balcones. Entre los fondos de su archivo, disponen de 48 pergaminos, 660 libros y una considerable documentación perfectamente detallada sobre los avatares de la industria de la seda durante el periodo en que se mantuvo la actividad colegial. 

 

El comercio de la seda fue muy importante en la Valencia del siglo XV hasta el punto de que el edifico más emblemático de València, La Lonja de los Mercaderes, recibe también el nombre de la Lonja de la Seda. En 1477 se crea el Gremio de Velluters o Gremio de Sederos. Las ordenanzas de este gremio fueron redactadas por cincuenta y seis maestros sederos, doce de los cuales eran genoveses. La palabra "velluters" deriva de "vellut (terciopelo). En 1479 se promulgaron varias ordenanzas de los gremios sederos, creándose el oficio de "velluter". Estas ordenanzas fueron aprobadas por el consejo de la Ciudad y por el rey Fernando el Católico, uniéndose a ellas unos estatutos y fundándose en 1483 la Cofradía de San Jerónimo, patrón del Gremio de Velluters y patrón del Colegio del Arte Mayor de la Seda. Frente al Arte Mayor de la Seda, existía el Arte Menor de la Seda, que agrupaba distintos oficios de menor consideración (botoneros, bordadores, pasamaneros, cordoneros, cinteros y galoneros entre otros).

 

Los maestros sederos se aglutinaron alrededor del Colegio y así se fue creando un barrio específico para esta actividad. Por este barrio pasaba la acequia de "Na Rovella" que proporcionaba el agua necesaria para la actividad, mientras que las casas se configuraban en la medida que el trabajo lo precisaba, reservándose la planta alta para vivienda-taller donde se instalaban los telares. La cría del gusano de seda sin embargo, se realizaba en alquerías situadas extramuros de la ciudad, donde se reservaba una planta alta llamada "andana" ex-profeso para la crianza del gusano de la seda. 

 

El 3 de Octubre de 1686 el rey Carlos II concede al Gremio de Velluters, el título de “Colegio del Arte Mayor de la Seda.” La importancia de este privilegio radica en que la actividad de la seda pasa de ser un oficio a convertirse en un Arte. Se comenzaba en el gremio como aprendiz, para pasar posteriormente a ser oficial y después de cinco años y tras pasar un examen teórico-práctico, se accedía a la categoría de Maestro sedero, que era la máxima cualificación.

 

Por el decreto de Nueva Planta promulgado por el rey Felipe V, los gremios y colegios pierden su representación en el Consejo de la Ciudad. La disolución del Colegio tuvo lugar en 1813 con la aprobación del decreto de libertad de industria aprobado por las Cortes de Cádiz. Sin embargo la industria de la seda ya se encontraba desde el siglo XVIII en decadencia, las nuevas sedas provenientes de Lyon de menor calidad, pero también más baratas y la creación de fábricas de seda en la Villa y Corte de Madrid favorecieron el declive y abandono de la industria sedera valenciana. 

 

 

 

En cuanto al edificio:

 

La Fachada y entrada: La fachada del Colegio del Arte Mayor de la Seda ha sufrido diversas transformaciones a través de los siglos, pasando del estilo gótico al barroco. En sus inicios era una casa gótica de la que apenas quedan restos. Actualmente es un edificio de estilo barroco, como consecuencia de las obras realizadas a mediados del siglo XVIII. En su fachada principal aparece la inscripción "AÑO 1756". Sobre la portada hay un altorrelieve que representa al patrón, obra del escultor valenciano Ignacio Vergara. A cada lado están los balcones con barandilla de hierro forjado que conectan con la Sala de Juntas. Los azulejos que se pueden observar en los balcones desde abajo están datados a mediados del siglo XVIII. La puerta principal comunica con una sala donde hoy se encuentra la recepción del museo, y con una escalera de tres tramos a la izquierda que tiene las barandillas de hierro y madera con un remate que tiene forma de un león sujetando entre sus garras el sombrero de cardenal, ambos símbolos de San Jerónimo. Junto a la escalera se encuentra una Real Senyera tejida en oro y seda, y la placa inaugural del museo. Esta escalera conduce al piso principal.

 

Sala de la Pometa: En esta primera sala de la planta noble se conserva un pavimento formado por piezas de barro cocido, azulejos con el motivo del “molinell” y de la “pometa”. Es la primera Sala de Juntas que tuvo el edificio. También hay motivos decorativos que representan granadas. Hoy se muestran aquí diversos tipos de tejidos que en su día fueron la base de la economía para la ciudad.

 

Capilla: Dedicada al patrón San Jerónimo, tiene un pavimento cerámico de 1756 formado por azulejos blancos y verdes dispuestos en diagonal. Este estilo de pavimento se denomina del “mocadoret”. Aquí se conserva un retablo de azulejos fechado en el año 1700, que representa a San Jerónimo rodeado por motivos vegetales y florales. En esta sala se conserva una escalera de caracol gótica. En su base se conserva un pavimento de la primera reforma que se hizo en la casa, hacia 1505. En este antiguo pavimento pueden verse azulejos del siglo XV con los cuatro emblemas del Colegio: el león, el capelo cardenalicio, una lanzadera o espolín y una cuchilla llamada (tellerola) que era utilizada por los velluters.

 

Sala de la Fama: Al fondo de la Sala de la Pometa se halla el que fue Salón de Actos, también conocido como "Sala de la Fama", por el pavimento cerámico que lo cubre. En el pavimento del siglo XVIII, realizado en la fábrica de Vicente Navarro en la calle Corona, se observa en el centro una imagen de la diosa de la Fama, anunciando la fama de la seda valenciana en todas las partes del mundo, y por ello aparece rodeada en las cuatro esquinas del pavimento por cuatro figuras femeninas sentadas sobre carruajes y con atuendos y animales típicos de cada uno de los cuatro continentes conocidos: elefantes de Asia, caimanes de América, leones de África y caballos de Europa. El techo representa el plano celestial decorado con un fresco, obra de José Vergara que representa a  San Jerónimo.

 

Sala de Artes Menores: Muestra las artes menores de la pasamanería, y fue la antigua secretaría del Colegio. Conserva un pavimento realizado con seis tipos de azulejos que forman motivos decorativos donde vemos ramas, aves y cintas con lazos.

 

Telares: Junto a la tienda y al patio está situada la sala taller, donde se encuentran dos telares tradicionales junto a otras máquinas necesarias para la confección de tejidos de seda. Uno de los telares tiene instalada una máquina Jacquard además de estar adaptado para tejer espolín, la técnica más vistosa, colorida y artesanal de obtener tejidos de seda totalmente exclusivos, y el otro telar está adaptado para tejer terciopelo a la manera tradicional.

 

Actualmente se trata de la sede del Museo de la Seda que se puede dividir en cuatro partes: el Colegio o edificio propiamente dicho, un patio al exterior descubierto (antiguo huerto) habilitado como Bar-Restaurante, un anexo habilitado como sala museística, con maquinaria propia del arte de la seda y otro anexo que se usa como tienda del museo.