El Setecientos fue un siglo de extraordinario crecimiento agrícola para el antiguo reino de Valencia, especialmente a base de extender la superficie cultivada. En l’Horta, sin embargo, no quedaba más tierra por labrar y el ritmo productivo se mantuvo; la tierra estaba en manos de grandes propietarios que lo arrendaban en pequeñas y medianas parcelas, cuyos principales cultivos eran el trigo, el maíz, el cáñamo, la morera, la alfalfa y las hortalizas.