Palabra de origen árabe –al-qarya, poblado– empleada para designar un conjunto más o menos numeroso de casas con terrenos cultivados por un clan familiar. En la huerta de Balansiya estaban mayoritariamente vinculadas a la red de riego y muchas han dado nombre a acequias, brazos, pueblos y barrios como Montcada, Rascanya, Benimaclet. En época medieval cristiana la palabra alquería pasó a denominar una casa unifamiliar con amplias tierras de regadío, en contraposición a las barracas, de minifundio, y las masías, de secano.