El ferrocarril revolucionó la sociedad moderna al permitir el transporte rápido y barato de mercancías y personas. En Valencia la primera línea se construyó en 1852; llevaba a Xàtiva para enlazar el puerto valenciano con Madrid y aún se conserva su estación del Grao. La ciudad llegó a contar con seis estaciones más, de las que sólo quedan la del Pont de Fusta, sin servicio, y la del Nord, que centraliza todas las líneas.