Jarabes

Los andalusíes eran muy aficionados a las combinaciones de agua, fruta, especias y miel o azúcar en forma de mermeladas, confituras, infusiones y jarabes, siropes o sorbetes –sharàb, líquido–, como el hidromiel, el agua de rosas, el arrope –ar-rup, jugo– o la horchata de chufa.