Nombre con el que se conocía popularmente al clérigo valenciano Francesc Jeroni Simó (1578-1612). Su vida de ascesis y penitencia, con estigmas y visiones, hizo que muriera en olor de santidad y que se iniciara inmediatamente su proceso de canonización, dirigido por los franciscanos. Sin embargo, los dominicos y la Inquisición, partidarios de una espiritualidad más ortodoxa y elitista, lograron frustrarla en 1619, después de intensas luchas, tensiones y alborotos en la ciudad entre los partidarios de uno y otro bando. Con todo, durante el siglo XVII se impuso una religiosidad mística y populista, más próxima a la preconizada por los franciscanos.