Alimentos

La base de la alimentación de las clases populares urbanas de la Valencia medieval estaba conformada por grandes cantidades de pan –alrededor de un kilo diario–, vino y carne, especialmente carnero, toro y tocino, sustituidos por pescado, huevos y queso los días de abstinencia religiosa –todos los viernes del año, determinadas fiestas y toda la Cuaresma–. Algunas verduras y las frutas de temporada, muy variadas por la herencia andalusí, completaban el panorama alimentario.