La trata de esclavos fue prohibida a nivel internacional el año 1817. Sin embargo, España continuó manteniendo legalmente la esclavitud ya que era fundamental para la explotación económica de las colonias, hecho que estimuló el tráfico clandestino de esclavos del África negra. En 1841 los esclavos negros representaban el 40% de la población de Cuba –un millón de personas–. La Primera República de 1873 abolió la esclavitud en Puerto Rico, lo que estimuló aún más a los grandes burgueses y propietarios a financiar el golpe de Estado que llevó al régimen de la Restauración. Finalmente, ante la fuerte presión internacional la esclavitud fue abolida en España en 1880.