De la Seda al Carrete

Después de realizar el torcido de la seda, era el turno del Tintorero, ya que era preciso tintarla antes de usarla para tejer. Las madejas de seda se cocían con agua y jabón para blanquearlas y quitarles las impurezas. Luego se procedía al tinte usando colorantes naturales, que se trituraban y se ponían a hervir en agua. Las madejas se hervían y se sumergían en una sustancia cáustica que facilitaba el agarre del color. En este punto se introducían en las tinas con el colorante. Una vez secas, las madejas se devanaban en carretes.

 

El trabajo de los tintoreros se llevaba a cabo hirviendo el material para quitar la sericina que cubre el hilo con un jabón especial hecho con manteca o aceite, y luego blanqueandolo con azufre. Después se enjuagaba la seda y quedaba de un blanco perla. Tras este paso estaba ya lista para ser teñida en forma de madejas y no en pieza. Además, se empleaban materiales mordientes para fijar mejor las tonalidades.

 

Los materiales para colorear la seda eran variados. El más costoso era el Quermes, que se importaba de Oriente, el cual en ocasiones, en la península Ibérica, se substituye por cochinilla. Esta última era de producción autóctona e incluso se exportaba a otros países, sobre todo a Italia, donde era conocida como Grana.

 

Después del tinte y antes de pasar a ser usada en el telar, la seda había que urdirla. Esta fase del proceso consistía en preparar los hilos enrollándolos bajo una misma torsión, paralelos entre sí y siguiendo un orden determinado, para luego ser ya trasladados al telar. Normalmente, se colocaban alrededor de unas piezas de madera. Este trabajo era desempeñado en su gran mayoría por mujeres, mientras que el de Tintorero era un oficio masculino.

 

El ciclo de producción al completo lo llevaban a cabo numerosas familias de la ciudad de València, dado que aquí abundaban las moreras, lo que provocó que muchos talleres terminasen también dedicándose a la cría de los gusanos, junto con la cocción de los capullos y la extracción del hilo para la torcedura, tintado y confección.