El no rezar cinco veces al día constituía una grave falta. Antes de entrar en la mezquita los musulmanes tienen que asearse y descalzarse. El rezo debe de realizarse en dirección a La Meca.
Las cinco oraciones que llevan a cabo los musulmanes son: antes del amanecer (faŷr), a mediodía (ẓuhr), por la tarde (ʿaṣr), tras la puesta de sol (magrib), y a la noche (ʿišā'). No es obligatorio orar en el interior de una mezquita, pero la oración comunitaria en un templo es más virtuosa que la oración en privado.
Las mezquitas también acogen la oración de los viernes, dado que ese día de la semana reemplazan a la oración obligatoria del mediodía. Mientras que los rezos diarios comunes pueden hacerse en cualquier sitio, es recomendable que todos los varones adultos asistan a las mezquitas para la oración de los viernes.
En la mezquita tienen lugar también las oraciones funerarias por los musulmanes difuntos, en los que participan todos los miembros de la congregación, incluido el imán. Los rezos funerarios normalmente se realizan al aire libre, en un patio o plaza cercanos a la mezquita.