Pascua

A finales de siglo XIX la Semana Santa en Valencia, excepto en el Poble Nou de la Mar, no tenía una significación especial. Ahora bien, el Sábado Santo a la hora del toque de gloria se producía una explosión festiva, estrepitosa y anárquica, en que todo el mundo hacía ruido con petardos, armas o trastos viejos. Seguían los tres días de Pascua con excursiones y meriendas en el campo, que casi enlazaban con los festejos en honor de San Vicent Ferrer, durante los que se alzaban, como aún ahora, altares en diversos barrios para representar milagros de su protagonista.