Tanis (105-160)

Soy Tanis, esclava egipcia.

 

Tengo 17 o 18 años, no lo sé seguro, y desde que tengo uso de razón soy esclava. Mi primer amo, en Alejandría, me llamó Tanis porque el vendedor le dijo que procedía de aquella ciudad egipcia. Hace poco me compró un comerciante hispano por una oferta que mi amo no pudo rechazar; parece que la pasión del emperador Adriano hacia la cultura egipcia ha fortalecido la moda por todo aquello que es oriental. Realizamos una larga travesía parando en numerosos puertos del Mediterráneo hasta llegar a mi destino, Valentia, donde Lucio Antonio Niger había encargado una joven sirviente de bellos encantos. Aún no conozco nada de la ciudad, pero Iparco, el pedagogo griego del niño de la casa que conoce superficialmente mi lengua, me ha informado que hay una cofradía de esclavos que adoran a Isis, como en Egipto. Cuando Hathor, hija de Ra, lo estime oportuno me uniré a ellos.