Soy Robaudes, campesino del dominus Teudiniro.
Tengo 31 años y hace cinco pasé a depender del señor Teudiniro. Cuando murió mi padre me puse al frente de la pequeña parcela de tierra que poseía, haciéndome cargo de mi madre viuda y de mi mujer Eulalia. Dos años seguidos de plagas de langosta arruinaron las cosechas y me obligaron primero a endeudarme con Teudiniro y después a darle mi tierra y trabajarla bajo su dependencia. Él paga por mí los impuestos al Estado pero bien que se los cobra después con rentas y exacciones de todo tipo como obligarme a segar su cereal o podar sus vides. ¡Apenas me queda tiempo para trabajar mi tierra!