El Ochocientos es un siglo de transformaciones: Valencia se convierte en una ciudad burguesa e industrial. A mediados de siglo Valencia comienza el despegue industrial, posibilitado por las mejoras en las infraestructuras urbanas (puerto, carreteras..). La ciudad crece materialmente y en 1865 se derriban las murallas y se planifica el ensanche, introduciendo nuevas infraestructuras como el agua potable, el gas o la electricidad. La Exposición Regional de 1909 es el escaparate de los grandes adelantos de la época, pero, a la vez, se desarrolla en medio de un clima cada vez más deteriorado debido a las intensas luchas sociales que ponen de manifiesto la otra cara del progreso económico.
Durante el conflicto se elaboró la constitución liberal de 1812 en Cádiz contando con representantes valencianos. En 1814 Fernando VII decretó en Valencia la vuelta al absolutismo, cosa que impulsó las revoluciones burguesas que jalonaron el siglo XIX.