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El indiano
El 10 de noviembre de 1901 se celebraron elecciones municipales en España. El partido ganador en Valencia fue Fusión Republicana, fundado por Vicente Blasco Ibáñez cuatro años antes. El sistema bipartidista, que había sustentado la Restauración Borbónica, comenzaba a hacer agua ante la aparición de nuevos grupos y movimientos de carácter radical, socialista y republicano. Las sociedades de oficios jugaron un papel fundamental en la consolidación de las estas ideologías.
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La fábrica
Algunos valencianos hicieron fortuna en Cuba, y volvieron convertidos en burgueses con una resuelta vocación emprendedora, decididos a invertir el capital acumulado en la compra de tierras, la industria y los servicios para la ciudad, que estaba en pleno proceso de renovación. Gracias a este impulso se desarrolló la agricultura, orientada a la exportación de cítricos y vinos, se impulsaron sectores industriales como los curtidos, la cerámica, la madera o la metalurgia, y se hicieron importantes inversiones en obras públicas y en edificación. La elite burguesa se hizo pronto con las riendas de la política, tanto a nivel local como estatal.
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Los negocios
La economía española se debatió durante todo el siglo XIX entre el librecambismo y el proteccionismo, dos formas de entender el comercio que tuvieron importantes consecuencias en el desarrollo de los sectores productivos. El primero defendía el libre intercambio mercantil entre países, y fue la causa que impulso la competitividad y el desarrollo industrial en España hasta 1870. El proteccionismo, por contra, establecía aranceles aduaneros a los productos extranjeros con la intención de defender a la industria nacional de la competencia extranjera, aunque en realidad provocó su estancamiento al tener el mercado asegurado y no competir con productos de fuera.
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Los trabajadores
Las condiciones laborales de los trabajadores a finales del siglo XIX eran muy duras, lo que contribuyó a formar su conciencia de clase y les llevó a organizarse en organizaciones sindicales y partidos de izquierdas. La burguesía veía amenazados sus intereses y desconfiaba de la capacidad de los partidos dinásticos para hacer frente a las crecientes protestas populares, por lo que apoyó la iniciativa de la Iglesia de crear una Liga Católica que enarbolaba la bandera de la religión para tratar de movilizar al pueblo.
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El ocio burgués
La burguesía llenaba su tiempo de ocio con la lectura, asistiendo al teatro o la zarzuela, recibiendo en casa o paseando en calesa por la Alameda. Algunos canalizaban sus inquietudes literarias en sociedades como Lo Rat Penat, que servía de tribuna al ideario de la Renaixença. En verano no podía faltar el palco en la Feria de Julio y la casita en la Malvarrosa para los baños de mar. Por otra parte, comenzaba a extenderse la práctica del deporte y hacían su aparición nuevas formas de entretenimiento, como el cinematógrafo.