En un obrador textil, en la pobla del Bisbe, los Tovià, una saga familiar de artesanos –bruneters–, viven durante todo el siglo XIV los conflictos de una ciudad en continuo crecimiento. Desde la conquista, la llegada masiva de colonos del norte ha generado una sociedad fluida pero inestable, que se debate entre la intolerancia religiosa y la convivencia plural. Una sociedad construida en torno a la religión y los oficios.