Soy Bartomeu Huguet, aprendiz de bruneter en el taller de Berenguer Tovià.

Tengo 14 años y soy el hijo mediano de Pere Huguet y Elisenda Vallés. Mi padre trabaja como oficial en la frenería de Miquel Rabassa, que está junto a la plaza de San Nicolás, al lado de la morería. Como no podía mantenerme, hace dos años firmó un contrato de afermament con el bruneter Berenguer Toviá: él me sustenta y me enseña el oficio y yo debo hacer lo que él me manda. Ya he aprendido casi todo lo que se refiere al tejido de la lana, pero aún debo servirle hasta los 20 años.