Soy A’isha, señora de la casa, esposa de Ahmad ibn Galib.
Nací en Balansiya hace 33 años. A los 12 me casé con Ahmad ibn Galib , perfumero, y he tenido tres hijos con él. Primero Jalid que el año pasado se casó con Muná , la sobrina de mi marido. Después vino Fátima, para la que acabamos de acordar su matrimonio con Husayn ibn Hud, perteneciente a una buena familia de alfaquíes. Finalmente, llegó el pequeño Ibrahim, que tiene ahora 8 años y es el ojito de mi marido. Atiendo las tareas domésticas con la ayuda de las mujeres de la casa, mi hija Fátima y mi nuera Muná. Cribamos y molemos el grano, preparamos la comida, cardamos e hilamos la lana, lavamos la ropa, cuidamos de Ibrahim y estamos pendientes de las necesidades diarias del hogar. No obstante, Fátima se trasladará en breve a casa de su futuro marido, y me quedaré sola con Muná. Su inconsciencia me preocupa: olvida sus obligaciones, aún está pendiente de lo que pasa en casa de sus padres y ya tarda en darnos un nieto.