El Museu d’Història de València ha querido celebrar el Día Internacional de los Museos en un tono reivindicativo, acorde al lema de este año para el evento: “Museos e historias controvertidas. Decir lo indecible en museos”.
En esta línea, ayer por la tarde tuvo lugar una Mesa redonda sobre “El conflicto de Siria. Del drama humano a la devastación del patrimonio”, en la que participaron Lola Bañón (Universidad de Valencia), Ricard Huerta (Universidad de Valencia / AVALEM), Amin Yassin (CAR-Valencia) y Jaled Marai (refugiado sirio).
Presentaron el acto Glòria Tello, Concejal Delegada de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales, y Javier Martí, Director del MhV. En su introducción inicial, Glòria Tello comentó que “… estamos tan acostumbrados a nuestra vida cotidiana,…, a que las cosas funcionen dentro de un orden, al estado de derecho… que nos parece imposible que este mundo se pueda quebrar en un momento. Sin embargo, eso es lo que les sucede a miles de personas a diario en demasiados puntos del planeta, expuestas a conflictos bélicos, a violencias por razón de identidad, ideología o raza, arrancadas de su quehacer cotidiano y obligadas a huir sin más bienes que sus ropas, dejando atrás todo.
En este sentido, con referencia al conflicto de Siria destacó el drama de los refugiados, como “… la demostración de que la injusticia está venciendo la batalla al humanismo y a la solidaridad”. Por este motivo, continuó, son tan necesarias iniciativas para dialogar sobre Siria, u otros conflictos similares, que sirvan cuanto menos “como toma de conciencia de la injusticia ajena, que es, a la postre, nuestra propia injusticia”
En cuanto al papel de los museos, en consonancia con la propuesta del ICOM para el Día Internacional de los Museos de este año, Glòria Tello y Javier Martí matizaron que los museos no pueden ser instituciones diletantes, amantes de la belleza y del conocimiento, pero ajenos a la realidad. “Los museos han de ocupar un papel de foro público, de ágora donde los ciudadanos y ciudadanas puedan expresarse libremente, un espacio donde reflejar el pulso de la sociedad, sus aspiraciones y sus retos, pero también sus penas”.
La mesa redonda se inició con la intervención de Lola Bañón, quien centró el conflicto de Siria en su dimensión política, resaltando que lo que había comenzado como manifestaciones pacíficas, con el telón de fondo de la primavera árabe, se había convertido en una guerra civil con una multitud de bandos en conflicto, y en la que estaban actuando diferentes potencias extranjeras, siempre movidas por intereses económicos y geo-políticos. A continuación abordó el drama de los refugiados recordando que el asilo no es una actitud caritativa, sino un derecho reconocido por la legislación internacional. Tras esto inició un diálogo con Jaled Marai, quien contó su experiencia desde el momento en que decidió salir de Siria hasta llegar a España, donde actualmente vive acogido por una familia valenciana.
Amin Yassin, trabajador del Centro de Ayuda al Refugiado (CAR-Valencia), relató sus experiencias como voluntario en los campos de refugiados de Grecia. Resaltó las condiciones en las que llegan muchas personas, la precariedad de las instalaciones y servicios, las dificultades para la movilidad y la necesidad de mayor coordinación entre las organizaciones. Además, insistió en que el problema del refugio no atañe solo a las personas que huyen de Siria, ya que en el CAR atienden peticiones de refugiados de prácticamente todo el mundo.
Por último, Ricard Huerta reflexionó sobre la agresión al patrimonio en situación de conflicto, sobre la necesidad de una mayor concienciación al respecto, y sobre el concepto de patrimonio migrante, que es, a la postre, el que todos llevamos en nuestras conciencias.
La mesa se cerró con numerosas intervenciones del público sobre la política y el desarrollo de la guerra de Siria, y sobre el patrimonio en peligro.